15 julio, 2015
¿Qué es la telefonía IP?
La telefonía IP es una forma de comunicarse por teléfono que consiste en tomar señales de voz analógicas del tipo de las que se escuchan cuando uno habla por teléfono y transformarlas en datos digitales que pueden ser transmitidos a través de Internet hacia una determinada dirección IP.
Esto se realiza a través de la tecnología VoIP (Protocolo de Voz sobre IP), que permite que la señal de voz sea convertida en datos para ser enviados por la red, y que al llegar al otro extremo esos datos se conviertan nuevamente en señal de voz, para ser escuchados por la persona que se encuentra del otro lado de la línea.
¿Cuales son las principales ventajas de la telefonía IP?
Las 5 principales ventajas de la telefonía IP son:
La telefonía IP permite disminuar costos
Una de las principales ventajas de la telefonía IP es que la tarifa de telefonía fija IP es más barata que la de la telefonía tradicional. Esto se debe a que se utiliza la red de Internet para la transmisión de voz.
La telefonía IP permite hablar en cualquier parte del mundo
Otra gran ventaja de la telefonía IP es que permite usar un número fijo en cualquier parte del mundo donde haya Internet, y así permanecer conectado y reducir significativamente los costos de roaming o de oficinas remotas.
La telefonía IP brinda servicios de valor agregado exclusivos
Permite integrar servicios que la telefonía fija tradicional usualmente factura por separado, tales como la identificación de llamadas, IVR, llamada en espera, transferencia de llamadas y otros servicios adicionales gratuitos de telefonía IP.
Simultaneidad de llamadas
Con las líneas telefónicas IP se puede hacer más de una llamada por la misma línea, lo que genera un gran ahorro de costos para llamadas salientes. Esto también permite que los negocios puedan acceder a un servicio de líneas rotativas utilizando una sola línea o menos líneas que lo habitual.
Sin riesgo de obsolescencia
Gracias a la virtualidad de las líneas IP, se evita el riesgo de falta de funcionalidad y escalabilidad que presentan las líneas y centrales telefónicas tradicionales, así como también sus continuas necesidades de mantenimiento e inversiones en infraestructura.